Mundos fantásticos y criaturas extrañas asolaron España por el año 2006 con una historia de princesas, bosques encantados y villanos muy autoritarios. Madrid y el Espinar de Segovia fueron testigos de la película El laberinto del Fauno y su insólito rodaje.
La Posguerra española como telón de fondo
Una niña llamada Ofelia (nuestra protagonista) y su madre embarazada se trasladan a una gran casa en el Pirineo Aragonés. Allí ha sido destinado el capitán franquista Vidal, padrastro de la niña, para dar caza a los últimos rebeldes del bando republicano que aún permanecen escondidos.
El reparto de “El laberinto del Fauno” se compone de actores españoles que fueron elegidos casi por el propio Guillermo del Toro. Un plus al tratarse de una producción cinematográfica entre México y España con gran trasfondo histórico para el país europeo. Maribel Verdú, Ariadna Gil y Sergi López, entre otros.
Espinar de San Rafael: un paraje tenebroso para un rodaje mágico
Entre la Sierra Noroeste de Madrid y la Comunidad de Castilla y León se encuentra la localización turística más grande utilizada para la película. Una amplia extensión de frondosos árboles y caminos serpenteantes por los realizan sus caminatas a diario decenas de personas.
Este punto de interés no está muy alejado de la propia ciudad de Segovia y, dónde también se encuentra el castillo que inspiró el de la película de Disney “Blancanieves”.
Los hermosos paseos que recorre Ofelia son los mismos que a día de hoy se pueden recorrer hasta llegar a un claro dónde se desarrollaría la mayor parte de la trama principal.
La casona, con el molino, el cuartel de la guardia civil y parte del escenario del laberinto tienen lugar en el amplio terreno despejado de árboles del que se llega por el sendero. Todos los edificios se construyeron con cartón piedra. Según dicen muchos de los testigos (los propios figurantes de la película), había que acercarse y tocarlos para descubrir la verdad, debido al realismo con el que se hicieron.
La propia web sobre noticias del Espinar muestra muchos de los bocetos y fotogramas de la película.
A día de hoy no queda nada de esas construcciones, pero por lo menos se puede percibir todo el potencial visual y creativo que una vez existió allí. Sin duda, la película El Laberinto del fauno, con sus 3 oscars bien merecidos, consiguió sacar una parte desconocida de la zona que une Segovia y Madrid.